Personajes Alfonso Diez |
* Del
derrumbe socialista al capitalista
* ¿El
mundo al revés?
¿Qué sucede en Estados Unidos y por qué? Cuando se derrumbó el bloque soviético y terminó, en consecuencia, el sistema económico llamado socialismo en una parte importante del mundo, comenzaron las conjeturas: ¿Por qué había sucedido tal cosa en una nación que era el ejemplo de las demás con el mismo sistema y a la que Cuba, por dar un ejemplo, debía en gran parte su existencia? La caída de la URSS arrastró a muchas otras naciones. Los estudiosos del marxismo, que veían la vía socialista como la mejor y la única justa se llevaron una gran decepción y comenzaron los planteamientos: Si la vía no es el socialismo y el capitalismo parecía superado por el sistema que se derrumbó, ¿Cuál es la tercera vía? ¿Qué sigue? ¿Qué nos depara el futuro? ¿Hacia dónde va la humanidad? ¿Dónde está el Marx o el Lenin que hacen falta ahora? Ninguna explicación nos satisfizo. Gorbachov siempre pareció actuar
de manera sospechosa. Cuba denunció la apertura de la URSS y las libertades de
prensa y de expresión que se habían implantado en esa nación.
Pero llegó Bush padre a la presidencia y nos dio una explicación que
nos hizo sospechar de todos los dirigentes soviéticos: “Recuerden que cuando
cayó el socialismo en la URSS y ésta se desmoronó como nación yo era el
director de la CIA. La caída del bloque socialista me la debe el mundo a mí”.
Aceptando tal posibilidad, hay otra que se le suma, el factor
humano. El socialismo cayó en la Unión Soviética debido a tres factores: la
falta de ambiciones de los trabajadores soviéticos y la corrupción de sus
gobernantes, con el añadido de la intervención de la CIA confesada por Bush.
Sólo así se explica, años después del
cataclismo, la aparición de los grandes capitalistas rusos que ahora son dueños
de aquella nación en complicidad con sus gobernantes.
De otra manera, ¿cómo amasaron sus fortunas
en un país en el que estaba prohibido hacerlo?. Sólo a base de robos y
corruptelas, adjudicándose las empresas que pertenecían al Estado, tras la
caída.
Valga la explicación para entender ahora lo
que sucede en Estados Unidos. Ha comenzado un derrumbe económico en cascada
diametralmente opuesto al que acabó con la Unión Soviética, pero que igual,
puede estar fincando las bases de una nueva forma de aplicar las doctrinas
económicas, o simplemente dar la razón a la marxista.
Cuando Bush hijo tomó posesión de la
presidencia, se encontró con que Bill Clinton había dejado en las arcas de la
nación 500 mil millones de dólares. Y ahora, a ocho años de distancia, resulta
que se acabaron esos fondos y el gobierno tiene además un déficit de 700 mil
millones de dólares; en otras palabras, Bush ha gastado un billón doscientos
mil millones de dólares (conforme a nuestro lenguaje monetario, o un trillón
doscientos billones, conforme al de EU).
¿Cómo se explica tal dispendio?. En gran
parte debido a la guerra en Irak, que ya ha costado a los americanos cerca de
700 mil millones de dólares y además a la política errónea de Bush de imprimir
dólares para salir de todos los hoyos. (Otra vez el factor humano, la
corrupción y en este caso la ambición desmedida).
Éste es un punto importante: el gobierno de
Estados Unidos imprime los dólares, luego casi todas las otras naciones del
mundo procuran acaparar la mayor cantidad de éstos para aumentar sus reservas
monetarias, que respaldan a sus respectivas monedas, y la nación del norte
nunca tiene que responder por los dólares que emitió, porque nadie devuelve
dólares para que se los paguen con dólares, menos si respaldan su propia
moneda.
Si algún día todas las naciones
convirtieran los dólares de sus reservas en oro, Estados Unidos iría a la
bancarrota, porque no podría liquidar con el que tiene todas las solicitudes.
Peor todavía, se desataría una guerra de enormes proporciones, tal sería la
salida fácil para la nación más poderosa de la tierra.
El país gobernado por Bush hizo cada vez
más flexibles los controles a la banca y el crédito a los consumidores aumentó
sin medida. Cualquiera podía obtenerlo. El problema comenzó a la hora de
cobrar, las facturas se fueron acumulando y los bancos hipotecarios se fueron a
la quiebra. Además de aseguradoras y otras empresas poderosas de Estados
Unidos.
En el punto actual, Bush quiere que el
congreso le autorice imprimir 700 mil millones de dólares para comprar las
corporaciones en quiebra y de esta manera impedir que muchos ahorradores se
queden sin su dinero, que muchas empresas cierren, que muchos trabajadores
pierdan su empleo y que, en consecuencia, la debacle económica se adueñe de esa
nación. El desastre sería mucho peor que el de 1929.
Para lograrlo, Bush quiere además que el
congreso otorgue al Tesorero de la nación poderes extraordinarios para decidir
que hacer con los 700 mil millones, algo que ni Roosevelt tuvo cuando la depresión
de los años veinte.
Pero la compra de las corporaciones que
quiere hacer Bush significa que éstas pasarían al control del Estado y eso se
llama nacionalización; es decir, lo que el socialismo propone: acabar con las
empresas en manos privadas para llevarlas a manos del pueblo, vía el Estado.
¿Es el mundo al revés? ¿O es, simplemente,
el devenir histórico? El congreso terminará autorizando a Bush porque no hay
otra salida ¿Y qué sigue después?
Desde luego, por lo pronto, Obama va a
ganar las elecciones y tendrá que aplicar medidas austeras pero difícilmente va
a lograr lo mismo que Clinton: 500 mil millones de dólares de reservas
monetarias y cero déficit.
¿Qué va a pasar con Bush? Será enjuiciado
por la historia, es decir: nada.
¿Y Estados Unidos? Que nadie se haga
ilusiones. Efectivamente, todos los imperios caen algún día, pero a ese no le
ha llegado el momento. Todas las otras naciones capitalistas saben que su
supervivencia depende de que la cabeza no sea guillotinada.
Pero todas las sociedades, lo mismo que los
seres humanos, a medida que se desarrollan, que crecen, van también muriendo.
El ser nace y al mismo tiempo comienza a transitar hacia su muerte. Lleva en su
interior la contradicción que lo llevará a ésta, para dar paso a una nueva vida.
Como la semilla se convierte en árbol y éste en fruto del que sale otra vez la
semilla que volverá a convertirse en árbol…
Parece como si Marx se levantara de su tumba para decirnos: se los dije, las contradicciones que señala el Materialismo Dialéctico (que aplicado a la historia se convierte en Materialismo Histórico) siguen su curso: Tesis, Antítesis y Síntesis… Por los siglos de los siglos. |